lunes, 21 de diciembre de 2009

Las desiertas abarcas


En un día tan blanco como hoy sólo falta el soniquete de la lotería, así es que ¡Felices Fiestas!

Y como va a ser el aniversario de Miguel Hernández un poema:
LAS DESIERTAS ABARCAS


Por el cinco de enero,

cada enero ponía

mi calzado cabrero

a la ventana fría.


Y encontraban los días,

que derriban las puertas,

mis abarcas vacías,

mis abarcas desiertas.


Nunca tuve zapatos,

ni trajes,

ni palabras:siempre tuve regatos

,siempre penas y cabras.


Me vistió la pobreza,

me lamió el cuerpo el río,

y del pie a la cabeza

pasto fui del rocío.


Por el cinco de enero,

para el seis, yo quería

que fuera el mundo entero

una juguetería.


Y al andar la alborada

removiendo las huertas,

mis abarcas sin nada,

mis abarcas desiertas.


Ningún rey coronadotuvo pie,

tuvo gana para ver el calzado

de mi pobre ventana.


Toda la gente de trono,

toda gente de botas

se rió con encono

de mis abarcas rotas.


Rabié de llanto, hasta

cubrir de sal mi piel,

por un mundo de pasta

y un mundo de miel.
Por el cinco de enero,de la majada míami calzado cabreroa la escarcha salía.
Y hacia el seis, mis miradashallaban en sus puertasmis abarcas heladas,mis abarcas desiertas.
Miguel Hernández

No hay comentarios:

Publicar un comentario